En el marco de la 67° Convención del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCH) que se realizó del 7 y 9 de noviembre pasado en Copiapó, se entregaron medallas en reconocimiento a la trayectoria, de profesionales que han cumplido 50 años de profesión.
“Es increíble que ya hayan pasado 50 años y que esté viajando para recibir esta distinción que un solo puñado de colegas podrá atesorar”, señaló Nivaldo Rojas, uno de los ungidos.
"Recuerdo como si fuera hoy que hace 50 años al graduarme como Técnico de Minas de la histórica Escuela de Minas de Copiapó, recibiera la efigie en bronce de un minero buscando la continuidad de la veta mineral", dijo Rojas.
Rojas destacó que Copiapó le hizo rememorar a su natal Cerro Blanco, un pueblo minero de las estribaciones de la cordillera de Copiapó "donde aprendí las primeras letras del vocabulario minero y donde junto a mis padres y hermanos tomamos el compromiso de seguir la senda que la tradición familiar".
"Quizás es una coincidencia o que no hubo alternativas, ya que desde niño sentía un marcado interés por buscar la misma veta que el minero trataba de alumbrar y poco a poco me fui involucrando en la búsqueda mineral y la exploración minera", dijo Rojas.
Nivaldo Rojas se graduó como ingeniero de Ejecución en Minas, estudió geología en la Universidad de Chile, dictó clases en la Universidad de Norte y en la Universidad de Chile, trabajó para el Instituto de Investigaciones Geológicas de Chile (IIG), hoy SERNAGEOMIN.
Posteriormente fue contratado por Utah Minera y BHP Minerals. Desde hace 18 años se dedica a la búsqueda de minerales desde su residencia y base en Argentina.
Al terminar su contrato con BHP en 1998, Rojas se estableció en Mendoza con un emprendimiento privado focalizado en la consultoría minera, en la identificación de oportunidades de negocios y en la realización de eventos promotores de la actividad.
Desde allí lideró Rojas y Asociados-Consultores Mineros; Argentina Mining; Consultoría Profesional Integrada; Geotruck; Synergy Resource Capital y Minera Austral; entre otras, conocidas en el ambiente minero como Grupo Rojas, que también fundó empresas en Chile, Colombia y Australia. Sobre esta base se desarrollaron actividades exploratorias, de búsqueda de proyectos y de gerenciamiento de negocios en la mayoría de los países de Sudamérica, tanto para clientes locales y para de empresas de Canadá, Australia, Estados Unidos, China, la Comunidad Europea, India y Rusia.
El trabajo de explorador me permitió hacer un número importante de amigos, de los que aprendió temas profesionales y de la vida a lo largo de mi dilatada carrera. Recuerdo el periodo 1966- 19770 en el Instituto de Investigaciones Geológicas (IIG) de las sede de Copiapó y Antofagasta y mis maestros geólogos Aldo Moraga y Guillermo Chong y muy especialmente al ingeniero Francisco J. Ortiz (Pancho), quien juega un rol fundamental en su vida como mentor, jefe, asociado y amigo a lo largo más de 50 años de vida en el ambiente minero.
También evocó a sus compañeros Patricio Arias, Hugo Cotapos y Carlos Ulriksen y a sus hermanos Nelson, Donaldo y Osvaldo que orientaron sus primeros pasos en la experiencia geológica y en las largas temporadas en terreno en Copiapó y en Antofagasta.
En su perfeccionamiento geológico en la Universidad de Chile, conoció a su compañera de la vida, la profesora de Inglés y artista plástica Any Cuevas con la que tuvo a sus hijos Ana Paola y Nibaldo Javier. De vuelta en Antofagasta con Minera Utah de Chile en 1980 bajo la dirección de Francisco Ortiz y David Lowell, tuvo la suerte de participar en una activa exploración por cobre que culminó con los descubrimientos de Escondida y Zaldívar-Este (hoy Escondida Norte) en el desierto de Atacama junto a Pancho, Jaime Oyarzun, Patrick Burns de sus hermanos Nelson y Donaldo. Como numerosas exploraciones por el árido corredor de pórfidos junto a los hermanos Arias (Patricio, Guillermo, Reinaldo y el negro Cotapos).
Quizás quiso el destino que Minera Utah decidiera después del descubrimiento de Escondida, que existían otros derroteros donde continuar la búsqueda mineral y nominó a un grupo integrado por José Cabello, Nivaldo, Gonzalo Bravo y Miles Shaw, bajo la dirección de Jim Bratt para a estudiar las posibilidades de plomo y zinc al noroeste Argentino siguiendo el modelo de la histórica Mina El Aguilar en el antiguo distrito de Pumahuasi.
La asignación era por dos años con base en Salta, pero se prolongaron a 13 años entre Salta y Mendoza, que ya se extienden a 30 años en proyectos en todas las provincias andinas y patagónicas de la Argentina.
"La experiencia salteña fue enriquecedora gracias a la hospitalidad de muchos colegas y amigos como Ricardo Alonso, Rafael Argañaraz, Rufino Rojo, Betty Coira, José Salfity, Ricardo Salas, Ana María Casanova y otros que nos recibieron y ayudaron en Salta La Linda, una ciudad que enamora”, dijo Rojas
Pronto el interés de la exploración cambió hacia metales preciosos y nuevamente hacia el metal rojo, donde tuvo la oportunidad de explorar muchos prospectos con Mario Valdez, Pablo Marcet, Mary Gilzean, Gonzalo y Miles con lo que les tocó enfrentar desafíos como Taca Taca (Cobre), Diablillos (Oro-plata) en la Puna Salteña y Agua Rica en las Sierras Subandinas de Catamarca, donde destaca la figura siempre bien dispuesta de Segundo Soriano, un conocedor de la minería, la exploración y la naturaleza humana.
En este momento la oficina de Exploraciones de BHP se muda a Mendoza, donde Nivaldo pudo conocer a referentes de la exploración minera argentina como Juan Carlos Sabalúa, Mario Chabert, Andrés Lencinas, Mario Tonel y Jorge Bengochea y ensamblar nuevos equipos con una nueva generación de exploradores como Claudio Devaux, Eduardo Etchart y Luis Fava, con los que comparte expediciones al Valle del Cura, a la Patagonia y a los yacimientos cordilleranos de Mendoza. En este período la oficina de BHP Argentina recibe el fuerte respaldo de Phil Harman, Richard Turner, Jim Bratt, Oliver Warin y Hugo Dummett donde Nivaldo recibe el reconocimiento a su equipo por el descubrimiento de Agua Rica.
Durante la permanencia de BHP en Mendoza una pléyade de exploradores se disputaba palmo a palmo las oportunidades minerales de la Argentina que se identificaba como la “Última Frontera Minera del Siglo”. En este ambiente de fin de época a Nivaldo le correspondió formar el Grupo de Empresas Exploradoras de la República Argentina (GEMERA) junto a Jack Crawford; Eduardo Machuca, Hugo Bosque, Bill Genmuts, Tim Beale, George Sanders, Angus Innes, Julian Gavin y Ricardo Martínez, a los que se agrega posteriormente la inequívoca presencia de Julio Ríos Gómez y Marita Ahumada. También destaca el fuerte apoyo a la actividad desde Buenos Aires con referentes como Miguel Guerrero, Daniel Meilán, Martin Dedeu, David Borelli, Américo Timonieri, Eduardo Zappettini, Guillermo Re Kühl, Florencia Herrera, Cesar y Diego Bunge y Roberto Pascual entre muchos otros. También recuerda además Nivaldo que por ese tiempo se organizó con bombo y platillos la primera Convención Argentina Mining (1996), que ya cumplió 20 años acompañando y promoviendo la industria minera.
Tecientemente y ya como Rojas y Asociados, desde 1998 y como Argentina Mining a partir de 2002 se suman los esfuerzos de sus familiares Nelson, Javier, Paola y un grupo de trabajo con Víctor Bonfils, Jimena Gamboa, Carolina Martínez, Horacio Puigdomenech, Ricardo Cohn, Martin Frigerio, Julio Ortiz, Gastón Cracco, Nicolás Valle, Walter Rojas, Julio, Chacón, Héctor “Chato” Saravia, Sergio Tapia y numerosos otros, tanto en cometidos de búsqueda mineral y de negocios como en la organización de conferencias y cursos técnicos.
En el primer contexto se destacaron las consultorías en exploración y detección de nuevas oportunidades de inversión para empresas entre las que destacan Silver Standard, Lumina Copper, Aur Resources, Minera Andes, Andean Minerals, Minera San Jorge, Minera Agaucu, Cliffs Natural Resources, Metallum Resources, Osisko, Anglo Gold, ATW Ventures, Angloamerican, Minera Escondida, Codelco, y otras, con figuras como Ross Beaty, Ken McNaughton, Denis Hall, Rubén Padilla, Ron Graber, etc.
También sus consultorías en Chile, donde Rojas y Asociados pudo aportar a la operación minera y a la exploración en Collahuasi, Minera Escondida y Los Bronces junto a David Guiñez, Walter Veliz, Jorge Camacho, Johny Bonilla, el incomparable Alex Daza, Jorge Zamorano, Felipe Matthews, Laura Rojas, Francisco Pimentel.
El trabajo minero le permitió conocer regiones y proyectos mineros de los cinco continentes en lugares remotos como El Congo y los países sub saharianos, desarrollar proyectos en China y en Venezuela, Colombia, Filipinas, Papúa Nueva Guinea y Australia, Polonia. Sin embargo, el desafío siempre fue el detectar nuevas zonas mineralizadas que representaran oportunidades de negocios e inversión minera en Latinoamérica.
Según Rojas, "los trabajos que con más cariño recuerdo son los de la exploración de cobre del Proyecto Atacama en el Norte de Chile, que permitió identificar el yacimiento de Escondida en 1981, y que fue para él y otros profesionales una escuela de aprendizaje de técnicas exploratorias. También recuerdo las dificultades para detectar Diablillos, y los múltiples inconvenientes que el equipo a cargo logró capear para descubrir Agua Rica, la dilatada y siempre amable coordinación de Denis Hall en el proyecto Los Azules y lo asertivo que estuvo el equipo de exploración para detectar Taca Taca en su primera perforación".
Entre tantos recuerdos que se agolpan en mi memoria se repiten mis maestros, mentores, amigos y compañeros de trabajo, los lugares donde la minería lo llevó, a familia que supo acompañarlo en su peregrinar por el mundo minero. Agradezco las enseñanzas de Francisco (Pancho) Ortiz, jefe amigo y asociado en múltiples emprendimientos; de Guillermo Chong en el Instituto de Investigaciones Geológicas y en la Universidad del Norte; de Rafael Argañaraz, Ricardo Alonso y José Salfity en el conocimiento de la Puna Argentina; de David Lowell; los consejos y el entusiasmo para promover la minería en Mendoza de parte de Mario Chabert, Raúl Rodríguez, y Raúl Concina, con quienes sigue luchando por hacer de la minería una realidad para Mendoza y especialmente para Malargüe.
Rojas reconoció a los profesionales de la prensa "que siempre están dispuestos a recibir y publicar un manuscrito y muchas veces dar una mano tanto a Rojas y Asociados como a Argentina Mining: entre ellos se destacan Ricardo Cortes de Minería Chilena y Latinominería un compañero de la ruta minera; Enrique González, Alejandro Colombo y el equipo de Panorama Minero de Buenos Aires; Daniel Bosque de Mining Press que le da una visión diferente a la comunicación; Eduardo Alegría de Revista Crisol promoviendo la actividad en la siempre minera ciudad de Copiapó; a Denisse de Olivera y Flavia Seva de Huella Minera; Marcela González (El Inversor Energético y Minero), Verónica Roldán (Gobierno de Salta).
Rojas reconoció que quien merece mayor reconocimiento es la familia: sus padres Constantino y Aurelia, ya desaparecidos, por sus hermanos Osvaldo, Donaldo, Nelson, Niza y Elisa; su esposa Any, sus hijos Paola y Javier y al sobrino Nelson que apoyaron entusiasmados sus emprendimientos con una fuerza irrestricta en lo que les correspondió compartir a los largo de estos 50 años.
También agradeció a tantos amigos y profesionales que lo acompañaron en el Proyecto Atacama; al equipo de exploraciones de BHP en Salta y Mendoza y muy en especial a aquellos que le acompañan en la actividad privada de Rojas y Asociados y Argentina Mining, donde destacan Jimena, Marita, Gabriela, Carolina, Víctor, Walter, Nicolás, Horacio y también el siempre presente Pancho Ortiz.
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"No querría dejar de reconocer los esfuerzos de tanta empresas y organizaciones gubernamentales que luchan por hacer que el desarrollo de la minería sea una política de estado y una actividad aceptada por moros y cristianos en la Argentina", dijo Rojas.
"La lucha de los mineros argentinos encabezados por el nuevo gobierno nacional, por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), por las Empresas Mineras Exploradoras (GEMERA) y las cámaras sectoriales y de servicios debe imponerse al entendimiento del ciudadano para que el cobre, el oro, la plata, el zinc, el plomo y el litio argentino sean una realidad en el corto plazo, especialmente en lugares como la Puna, la Cordillera limítrofe con Chile y en los macizos patagónicos, donde un potencial minero pobremente explorado y muy vilipendiado por los grupos antimineros, reclama la oportunidad de desarrollarse libremente y de convertirse en un sector económico clave para que la Argentina vuelva a ser un país fiable y con oportunidades para todos", expresó el profesional premiado.
"El reconocimiento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile de quien esperábamos una linda medalla de cobre, como metal emblemático de país, se transformó en una hermosa medalla dorada que superó todas las expectativas. Esto sólo me motiva a seguir con más entusiasmo la labor iniciada hace medio siglo. Llevo de regreso a Mendoza los parabienes de los mineros chilenos y la esperanza en que la provincia se permita el desarrollo de la actividad minera para grandeza de su territorio y del país”, concluyó.
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