Por Samuel Gleiser Katz, EMPRESARIO
Hace un mes, el Ministerio de Economía y Finanzas hizo público un paquete de medidas reactivadoras, el cual, si bien va en buena dirección, no es suficiente. Felizmente, no todo está perdido y aún hay espacio para convertir unas propuestas transitorias en medidas permanentes, más coherentes con el futuro económico de la Nación.
Hoy todavía somos uno de los motores económicos de la región, pero ya no podemos seguir así. Con las leyes actuales, crear un puesto de trabajo (pagando un sueldo mínimo de S/.750) nos obliga a invertir S/. 1,450 mensuales por trabajador en horario diurno, y por el turno noche S/. 1,918. Pero todo esto, en realidad, nos cuesta que el 68.6% del mercado laboral sea informal. ¿Estamos dispuestos a seguir pagando tamaña factura que nos resta competitividad? No lo creo. De acuerdo al programa Fareed Zakaria GPS, países como China (además de tener en este caso sueldos promedio de S/. 300) dan US$ 111 mil millones de subsidio a sus empresas, Japón US$ 33 mil millones, Corea US$ 24 mil millones y EE.UU. con US$ 15 mil millones, mientras que nosotros seguimos disparándonos a los pies con normas laborales cada vez más rígidas pensando que ellas nos harán más competitivos y que vivimos en el imperio de la ley, como en Suiza.
En lo que va del actual Gobierno, son cuatro las normas que han marcado la política laboral: la Superintendencia de Fiscalización Laboral (Sunafil), la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, la Ley Servir y los incrementos del salario mínimo; mientras que el Tribunal Constitucional falla a favor del arbitraje laboral potestativo, tirando por tierra el hecho de que las negociaciones colectivas son voluntarias.
El paquete del ministro Castilla va por buen rumbo (no ahogar a las empresas con multas), pero no soluciona el tema de fondo. Los sobrecostos laborales hacen difícil generar empleo formal y nos quitan competitividad. El Iedep de la Cámara de Comercio informó que los peruanos asumen más de 70% de sobrecostos laborales, mientras que en países como Colombia, México y Chile alcanzan el 54%, 36% y 32%, respectivamente. Debemos hacer verdaderos cambios para ser competitivos y permanecer en el mercado. ¡El momento de hacerlo es ahora!