El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) dio a conocer los resultados del estudio “Evaluación de riesgo volcánico en distritos chilenos: Aplicación de índice de vulnerabilidad social frente a desastres”, que establece las zonas concretamente más vulnerables a procesos volcánicos. La particularidad del estudio, según explicó el servicio públio, es que la información de peligros genéricos asociados naturalmente a la presencia de volcanes activos está cruzada por primera vez con información social de diverso tipo (edades, pobreza, presencia indígena, nivel de escolaridad, producción económica, hospitales, etcétera).
El director nacional del Sernageomin, Rodrigo Álvarez Seguel, señaló que “en momentos en que los volcanes activos están adecuadamente monitoreados en Chile, esta investigación aplicada es un aporte positivo, porque las comunas más vulnerables pueden familiarizarse con lo que significa el Plan de Emergencia Volcánico, un instrumento de planificación y gestión de crisis a nivel comunal, que debería elaborarse preventivamente a través de un proceso participativo. El Plan es tarea ejecutiva de la municipalidad, con respaldo de la Gobernación y la ONEMI, y la asesoría volcanológica del Sernageomin”.
A su vez, Rodrigo Calderón, geógrafo de la Unidad de Geología y Peligros Volcánicos del Sernageomin y líder de la investigación, explicó que “con este estudio, estamos dando un paso más. Por una parte, los volcanes están monitoreados. Por otra, cada uno cuenta con mapa de peligros. Y ahora es posible avanzar un peldaño más desde la evaluación de peligros volcánicos hacia el riesgo específico, que es un concepto que habla de las vulnerabilidades humanas concretas, puesto que se han cruzado datos geocientíficos con las características sociales e infraestructura pública del territorio, lo que resulta en una aproximación a la realidad local de las comunidades.
En pocas palabras, a partir de estos datos, es posible priorizar aquellas zonas con algunas características humanas concretas, para así focalizar las políticas y esfuerzos. Y nada mejor que hacerlo en tiempos de calma, porque ese es modo adecuado de aprender a convivir de manera inteligente con nuestros volcanes activos”.
El funcionario agregó que "los volcanes activos aportan belleza escénica, muchas veces están relacionados con aguas termales y fuentes de energía geotérmica, y son puntos de referencia en cada zona. O sea, también tienen cosas positivas que debemos hermanar con aquellas que demandan preparación".
El estudio expresa los resultados en 5 categorías de riesgo (muy bajo, bajo, moderado, alto y muy alto). Sobre la base de lo anterior, hay 152 distritos censales (subdivisión comunal) expuestos a las áreas de peligro volcánico proximal y los que poseen mayor riesgo volcánico se encuentran concentrados en el área centro sur de Chile, entre dos de los volcanes más activos del país: Copahue y Chaitén.
De las 58 comunas con volcanes activos, aquellas consideradas con “muy alto riesgo” son: Panguipulli, Pucón, Villarrica, Curacautín, Melipeuco, Vilcún, Puerto Montt, Puerto Varas, Lago Ranco, Chaitén, Alto Biobío, Futrono, Colchane, Hualaihué, Puerto Octay y Curarrehue.
En Chile, las áreas de peligro volcánico se encuentran localizadas en extensas áreas rurales con una baja densidad de población, pero compuestas primordialmente de población preferentemente agrícola con una limitada capacidad de resiliencia.
