Los inversores, CEOs y empresarios ya dejaron el país tras participar del Foro de Negocios e Inversiones (conocido en la jerga como Mini Davos), el encuentro organizado por el Gobierno nacional para mostrar las oportunidades de inversión que tiene la Argentina. “Estuvieron acá antes de que se diera el crecimiento”, explicó Sven Smit, senior partner de McKinsey, empresa que está cumpliendo 25 años de presencia en el país.

En diálogo con Apertura.com, Smit analizó el andar de la economía argentina y afirmó que, el año que viene, “se podría crecer 3 por ciento”. En ese sentido, consideró que con el tiempo se podría pensar en agregar a la sigla BRICS la “A”, de Argentina.

-¿Qué espera el mundo de la Argentina?

El mundo espera el crecimiento de la Argentina, que ahora no existe pero se aguarda. ¿Por qué estuvieron las personas en el Foro de Negocios e Inversiones? Porque ven el potencial y quieren participar de lo que está por venir y estar ahí cuando esté por suceder. El mundo espera que el potencial de crecimiento sea sustentable en el tiempo.

-¿Cuánto tiempo tardará el despegue?

Hay dos niveles. El primero, el económico, podría pasar el año que viene con el 3 por ciento de crecimiento. El segundo tiene que ver con los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Ahora, a esa sigla hay que agregarle la “A” y hablar de los BRICAS, porque se suma la Argentina. Eso va a llevar más tiempo. Lo importante es que si los cambios continúan, y no quedan trabados en el Congreso o la economía, el crecimiento se desarrollaría durante 5 años constantes.

-¿La situación que vive Brasil afecta a la Argentina?

No, creo que no directamente, aunque si Brasil mejora eso beneficiará a la Argentina. Para mí, para que la Argentina sea una de las estrellas de América latina, tiene que sostener estos cambios en el tiempo.

-Encuentros como el Foro de Negocios e Inversiones, ¿qué resultados concretos tiene?

El primero es que muchos líderes del mundo –la lista es impresionante- están sintiendo que hay una oportunidad. Si un representante de una empresa en la Argentina ve esto, lo pone en su agenda porque nota que hay potencial.

En segundo lugar, muchas de estas personas no vinieron simplemente al foro. Vinieron a construir relaciones de trabajo con funcionarios, clientes, proveedores y otros CEOs. Y luego, cuando necesiten avanzar en inversiones, ya sabrán a quién recurrir. Hay que tener en cuenta que los CEOs no andan viajando por diversión, el hecho de que estén acá es porque percibieron algo. Están acá antes de que se dé el crecimiento.

-¿Qué balance hace de la economía?

Creo que los ciudadanos –sobre todo aquellos con los que traté en el Foro- ya sienten los cambios y tienen la esperanza de que eso continúe. Obviamente, todos saben que estos cambios son complejos y que puede haber efectos no deseados.

-¿Qué le falta a la Argentina para que sea más atractiva a las inversiones?

Sin duda, lo más importante es que la imagen de confianza todavía no está ahí. En ese sentido, hay que tener en cuenta que nada va a funcionar en un momento de cambio como este si el talento no está ahí. La Argentina tiene la suerte de tener población joven y bien formada. Si las inversiones vienen, van a querer ver una base de talento que crezca y cada vez  esté mejor educada. Si eso sucede, el país será cada vez más atractivo para los inversores.

-¿Qué buscan hoy en día los inversores?

Buscan crecimiento y luego el contexto para hacer negocios. Y buscan, también, sentido de civilidad. Están dispuestos a tomar riesgo pero sin ir demasiado lejos. También miran los potenciales activos del país y cómo se conectan ellos entre sí.

-¿Cuánto capital hay disponible en el mundo para hacer inversiones?

Infinito. El capital no es el problema.

-¿Y cuánto llegaría a la Argentina?

Si se tomara, por ejemplo, el sector minero, atraerá entre US$ 30 mil ó 40 mil millones en los próximos años.

-¿Qué balance hace de los 25 años de McKinsey en la Argentina?

Es la historia del país y nosotros participamos en ella. Estuvimos y tratamos de ser relevantes en tiempos buenos y malos. Estamos seguros del potencial de la Argentina.