JULIO TURCUMÁN
En minería ocurrieron esta semana noticias que sacudieron el ambiente. La primera y la más importante, fue la del conflicto con Los Pelambres, conflicto sobre el que el Gobierno provincial decidió subir la apuesta de manera casi brutal al anunciar que bajará el acuerdo con la minera chilena que arrojó escombros y neumáticos en territorio calingastino. Y la segunda fue el nombramiento del sanjuanino Jorge Palmés al frente de las operaciones de la mina Veladero, lo que cayó más que bien en el sector, en el Gobierno y en la comunidad. No dejan de ser dos señales en positivo: la primera obedece a un Estado que escucha; y la segunda a una empresa que hace mea culpa. El entramado de cómo se dieron ambas, muy interesante. Y, una perlita: el Gobierno modificaría el uso de las regalías mineras en los departamentos, lo que en sí mismo es una excelente novedad.
Hay que ser totalmente honestos y decir que desde hacía rato el gobernador Sergio Uñac fruncía el ceño cada vez que alguien le recordaba el acuerdo que firmó su gestión con la minera chilena. Al mandatario y parte de su equipo les hacía ruido lo mismo que al resto de la gente, que el gigante chileno dejara 50 millones de toneladas de roca estéril en suelo sanjuanino, aunque no tuvieron otra que generar ese acuerdo enmarcado en la urgencia para mitigar la contaminación, porque la salida judicial llevaría años. Y, también es real, lo del convenio venía más o menos cerrado de la gestión anterior.
En el gobierno del pocitano van a negar que el programa PPT del periodista Jorge Lanata del domingo pasado haya ayudado a tomar la decisión, pero será una negación casi infantil. La trascendencia de la frase 'basurero chileno' que dominó el informe, fue un empujón para dedicarle tiempo al tema, y la entrevista que publicó este diario el jueves 20 con Francisco Veloso, director ejecutivo de Antofagasta Minerals, la empresa que controla Los Pelambres, terminó siendo la gota que rebalsó el vaso. En ella el ejecutivo admitió, sin tapujos, que su intención era sólo cumplir con la cautelar, es decir, aislar y monitorear, pero no retirar los residuos. Como a Uñac le gusta resolver las cosas rápidamente, ahí mismo tomó la decisión y al otro día, el viernes 21, dos de sus funcionarios le presentaron una nota pidiendo que baje el acuerdo, en base a los dichos de Veloso en este diario.
¿Cómo sigue todo? Desde lo político lo tendrá que resolver Cancillería, y desde lo medioambiental el Gobierno prepara una serie de acciones judiciales para obligar a Los Pelambres a retirar los neumáticos y proteger con una geomembrana la escombrera, a pesar de haber dado de baja el acuerdo (Ver página 6).
Igual, hay un par de temas que no deberían olvidar los funcionarios sanjuaninos: en el mundo minero no se estila desarmar y trasladar escombreras, para nada. Tampoco se estila tirar escombros en un país vecino, es cierto. O, para tomar como cierta la versión de los chilenos de que cuando lo hicieron no sabían que pisaban suelo calingastino, tampoco se estila tirar los escombros en otro país y después de darse cuenta que no era país propio, no sacarlos. Algún minero entrado en años le dijo a este diario esta semana a manera de 'aporte' que si ocurre la remoción de la escombrera, será un hecho histórico para la minería mundial y hasta se animó a hablar de 'mal antecedente'. 'Después todos los gobiernos van a pedir que las empresas quiten las escombreras de algún lugar', se quejó.
Y la segunda cuestión a tener en cuenta por la gestión uñaquista será la 'nueva contaminación' que generará el retiro de las ya famosas 50 millones de toneladas de rocas, si es que algún día ocurre. ¿Nueva contaminación? Sí, la que generarán cientos de hombres pisando alta cordillera con cientos de máquinas pasando de un país al otro de manera diaria. No digo que no hay que hacerlo, digo que alguien tendrá que afincarse en esa zona para mirar y controlar de cerca que los chilenos despechados no terminen por contaminar más que los neumáticos que pusieron en esa zona. Todo un tema.
Así y todo, y a juicio personal, me parece que igual el Gobierno de San Juan actuó como debió en el conflicto. Porque si es mal antecedente para los mineros obligar a una empresa a mover una escombrera 'del tamaño de 70 canchas de River', como graficó Lanata, también es pésimo antecedente que un gobernador se quede de brazos cruzados sabiendo que le están tirando basura minera en su territorio.
¿Ya hay contaminación? Dejar neumáticos donde no se debe y acumular rocas arriba de una laguna, es suficiente razón para afirmar que hay contaminación. Si no es en el agua, es en el resto del ambiente, pero hay contaminación. 'El caucho no contamina', me dijo alguien con experiencia en comunicación minera esta semana. Claro, no por eso vamos a llenar la Plaza 25 de Mayo o el Palacio de la Moneda con neumáticos de camiones fuera de ruta. Y en cuanto a los escombros, la minera chilena dice que toda la zona es de aguas ácidas, producto de la gran mineralización que tiene esa parte de la cordillera, por tanto, dicen los chilenos, no podrían asegurar si la acidez del agua es producto de la escombrera o de esos minerales en el suelo. A Veloso, en la entrevista con DIARIO DE CUYO, se le sugirió en una pregunta lo positivo que sería comparar los estudios de agua, suelo y aire, previos a que armaran la escombrera, con los análisis actuales, y ahí se sabrá en detalle si es que contaminaron o no lo hicieron. Un detalle, nada más. Dijo que tendrían a disposición de las autoridades los registros; ojalá que los tengan.
VELADERO
Barrick Argentina anunció la designación de Jorge Palmés como gerente general ejecutivo de la mina iglesiana, con efecto a partir del 7 de noviembre próximo. El ejecutivo es oriundo de esta provincia y acarrea más de 20 años de experiencia en minería en América latina, incluyendo seis años en Veladero como Superintendente de Procesos entre 2000 y 2006. El Colegio Argentino de Ingenieros en Minas, por segunda vez tras el incidente de este año en Veladero, volvió a quejarse porque ninguno de los gerentes de la mina tenían el título habilitado para ejercer esa profesión en el país.
Y a raíz de ese nuevo problema ambiental, también el gobierno de Uñac había pedido que quien se hiciera cargo fuera de la provincia. No se puede decir, porque nadie lo asegura, que en Barrick recogieron el guante y que por eso nombraron a Palmés. Es más, ayer en el Gobierno dijeron que sabían de la designación, pero que en ningún momento Barrick consultó si caía bien o mal ese nombre. Y que mucho menos en el Gobierno habían o no dado la venia. Aunque también aclararon que guardaban esperanzas de que fuera un sanjuanino y concluyeron en que Palmés era un hombre respetado en el ambiente minero.
Haya pedido el Gobierno o no, y haya influido la opinión de los ingenieros o no, evidentemente en la empresa supieron leer el escenario y accedieron, lo que es una gran señal. Ojo, Palmés no sólo fue designado por su condición de coterráneo de la mina, para llegar a su nombre se hizo una búsqueda internacional que duró varias semanas hasta que al final dieron con él, gracias a sus capacidades técnicas y su experiencia laboral, no sólo por ser sanjuanino. Dicen en el sector que en su nombramiento debe haber pesado que haya estado al frente de Cerro Vanguardia, una de las tres minas más grandes de la Argentina y que luego haya sido su country manager; es decir, la persona más importante de AngloGold Ashanti, el monstruoso dueño de la mina, en el país.
En definitiva el clima de cambios en la minería sanjuanina sigue dando que hablar. Hay una postura más rígida y eso se nota: la multa a Barrick, la suspensión de la mina, esto de Pelambres, otra posible multa a Barrick, y atenti porque se viene una más: parece que el gobierno de Uñac va a modificar el decreto reglamentario que permite a los intendentes usar una parte de las regalías mineras en gasto corriente, por ejemplo, pasantías, becas y todo lo que viene haciendo el municipio de Iglesia desde el 2010, año en el que se firmó dicho decreto. La diputada nacional bloquista Graciela Caselles tiró una punta hace ocho días en una entrevista en Radio Sarmiento y parece que a Uñac no le desagrada la idea.
Si eso ocurre, los Marinero en Iglesia ya no podrán hacer politiquería barata con esa plata y sí o sí van a tener que invertirla toda en el desarrollo a futuro de las comunidades, si es que el cambio en el decreto prospera y si es que definen que el cien por ciento del dinero debe ir a inversión en infraestructura. En esa entrevista, Caselles aseguró que tratará de enmendar el error de 2010. En un país donde los políticos suelen no arrepentirse ni parecen darse cuenta de sus errores y mucho menos los admiten, la verdad que lo de la legisladora fue una bocanada de aire fresco.
