Delegados de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) presentaron el viernes una denuncia ante la policía minera de Zapala reclamando una inspección “urgente” en las instalaciones de la mina de oro y plata de Andacollo, tras advertir que no se encuentran en condiciones para que los trabajadores vuelvan a retomar sus tareas. Indicaron que faltan elementos de seguridad y teléfonos para comunicarse con el exterior, no se restableció el servicio de enfermería y la falta de acuñadura en las minas está provocando desprendimientos.

Desde Cormine reconocieron que faltan algunas medidas, pero que “no hay riesgo en las operaciones” que actualmente se están realizando.

“Trident (la adjudicataria) está pidiendo varios trabajos como perforar el dique, muestrear la mina y hacer tareas para recuperar información y tener todo armado cuando ingresen. Las minas hace dos años que no tienen mantenimiento, sólo se está entrando a bombear. No están dadas las condiciones para ingresar”, sostuvo el delegado Javier Montañez.

Agregó que tampoco se trabajó para mitigar el impacto ambiental, pese a la medida cautelar dictada por el Tribunal Superior de Justicia, y hoy “el viento está tirando el polvo del dique de cola hacia Huaraco”. “Eso contiene partículas similares al vidrio molido, que ingresa a los pulmones y puede generar silicosis”, planteó.

El titular de AOMA Zapala, Andrés Sepúlveda, presentó el viernes una denuncia en la policía minera para que se realice una inspección. Lo mismo hizo en la delegación local del ministerio de Trabajo.

El presidente de Cormine, Martín Irigoyen, reconoció que “es prioritario garantizar las condiciones de seguridad en la mina” pero afirmó que las tareas que ahora se están haciendo no presentan riesgo. “Se hizo un relevamiento de los elementos que se entregaron durante el año y un listado de cosas que faltan, como renovar algunos guantes y matafuegos. Pero son pequeñas cosas”, aseguró.

El funcionario sostuvo que no están programadas nuevas operaciones, y, en el caso de que sean requeridas, “se van a evaluar las condiciones de seguridad”. Desde que Cormine retomó la posesión de los yacimientos, tras el abandono de Andacollo Gold, se hacen tareas de vigilancia, limpieza y bombeo de agua.

Por otra parte, Irigoyen descartó otorgar un incremento salarial a los 148 trabajadores antes de que se firme el contrato con Trident. “Como empleadores actuales, no tenemos posibilidades económicas de darles un aumento. En junio se dio un 19% más una suma fija de 2.000 pesos. Consideramos que no estamos tan mal”, afirmó.