Originalmente, Codelco había propuesto intervenir seis glaciares de roca como parte de una enorme inversión de US$6.800 millones.
El rediseño pone de relieve las dificultades que enfrentan las mineras para aumentar la oferta en un cuadro de escasez de yacimientos productivos, endurecimiento de las regulaciones ambientales y competencia por los recursos hídricos.
Codelco está próxima a presentar un diseño a escala reducida para una expansión en su mina Andina, en momentos en que el mayor productor de cobre del mundo intenta reducir los costos y el impacto sobre los glaciares que suministran agua a la capital de Chile.
La minera estatal espera presentar un estudio de pre-factibilidad para ser aprobado por el directorio en los próximos meses, antes de concluir un estudio de factibilidad en 2018 y comenzar la construcción no antes de 2019 o 2020, dijo el presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, en una entrevista el martes en Santiago.
El proyecto, que sumará décadas de vida útil a Andina, su mayor reserva enclavada en la cordillera de los Andes, fue pospuesto en 2015 en medio de la caída de los precios del cobre y los esfuerzos de la presidenta Michelle Bachelet por reforzar la protección de los glaciares.
Originalmente, Codelco había propuesto intervenir seis glaciares de roca como parte de una enorme inversión de US$6.800 millones. El rediseño pone de relieve las dificultades que enfrentan las mineras para aumentar la oferta en un cuadro de escasez de yacimientos productivos, endurecimiento de las regulaciones ambientales y competencia por los recursos hídricos.
El proyecto, cuyo costo se ha reducido mucho, considera reciclar agua del embalse Ovejeria, dijo Pizarro, que declinó entregar estimaciones de costo para el nuevo diseño. El proyecto de ley Glaciares impulsado por Bachelet aún se encuentra en el Congreso, lo que significa que Codelco tendrá que ajustar el diseño a la nueva norma.
Pizarro dijo que cree que es posible, pero agregó que la cuestión del agua es complicada.
Codelco, que debe modernizar sus minas obsolescentes para prevenir una caída de la producción, ha reducido su plan de inversión luego de que los precios del cobre se desplomaron desde su máximo alcanzado en 2011 y su deuda aumentó. Ahora la compañía apunta a invertir cerca de US$18.000 millones hasta 2020, para un reacondicionamiento de la mina Chuquicamata y una expansión de los yacimientos Radomiro Tomic y El Teniente.
El presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, busca cobrar una apuesta con el ministro de Hacienda de Chile, Rodrigo Valdés.
Cuando Valdés visitó la emblemática mina Chuquicamata a principios del año pasado, cuando el cobre se encontraba cerca de mínimos de siete años, dijo que estaría satisfecho si la compañía estatal lograba evitar una pérdida anual. Pizarro, cuyo talento para reducir los costos le valió el apodo de “manos de tijeras”, apostó una cena al ministro a que todavía podría cumplir con una promesa de un beneficio bruto de US$300 millones en 2016.
“Nuestros resultados van a ser significativamente superiores a la promesa que le hicimos al ministro de Hacienda”, dijo Pizarro el martes en una entrevista en Santiago, junto al director de finanzas Alejandro Rivera. “El ministro tendrá que romper su chanchito e invitarme a cenar, tal como apostamos ese día”.
El hecho de que Pizarro pueda cobrar su apuesta es una señal de que los mineros tendrán una temporada de ganancias abundantes. Si bien la mayor minera de cobre del mundo comenzó a reducir sus pérdidas del primer semestre en el tercer trimestre gracias a los esfuerzos de racionalización, la mayoría de los aumentos se registraron en el cuarto trimestre, conforme los precios del metal subieron 13 por ciento en medio de una sorpresiva aceleración de la demanda china.
Los miembros del Índice Bloomberg World Mining informarán de ganancias de cuarto trimestre superiores al doble del promedio, según estimaciones de analistas. La recuperación va a continuar este año, y los mineros “festejarán como si fuera el año 2011” desde un punto de vista de flujo de caja libre, escribieron esta semana en un informe de investigación los analistas de Clarksons Patou, Jeremy Sussman y Lee McMillan.
Para Codelco, la recuperación del cobre se está produciendo sin que se fortalezca el peso, lo que eleva su ingreso denominado en dólares en términos de moneda local. Es algo que dista bastante de la situación que había a finales de agosto cuando el máximo responsable dijo que “no había un solo peso” en tanto destacaba la urgencia de recortar los costos y los gastos.
La compañía sigue con una producción a una tasa anual de alrededor de 1,7 millones de toneladas métricas de cobre fino en sus minas chilenas, a pesar de que la ley mineral va disminuyendo, y busca mantener la deuda en los niveles actuales este año, dijo Pizarro.
Un paquete gubernamental de US$975 millones indica que los planes de gasto de Codelco están cubiertos este año y que la única deuda que necesita elevar es para cubrir los US1.300 millones que vencen el próximo año, dijo el director de finanzas Alejandro Rivera.
Como la demanda china por el metal utilizado en cableados y plomería seguirá creciendo, aunque a un ritmo más lento que en 2016, los precios podrían promediar entre US$2,40 y US$2,50 por libra frente a US$2,20 el año pasado, dijo Pizarro. El metal, que actualmente se negocia cerca de US$2,60, probablemente no superará los US$3 en el largo plazo, agregó.
El golpe directo lo sintieron los trabajadores de las distintas divisiones y en especial de Chuquicamata. Esto principalmente porque el 2016 no recibieron sus gratificaciones legales. La División cancela por ley, en diciembre de cada año estos dineros.
Pese a los esfuerzos desplegados por la dirigencia sindical, no se pudo llegar a un acuerdo satisfactorio y que permitiera disponer de los recursos. “Se hizo todo lo posible para que se pagara, pero por motivos económicos la administración desestimo hacerlo.”, comentó en aquella ocasión el secretario del Sindicato Nº1, Jaime Graz.
Sin embargo, y pese a todos los problemas se llegó a un acuerdo. El inicio del 2017 permitió gestar nuevas alianzas, esfuerzos y compromisos, permitiendo que en marzo de este año se entreguen dineros a cada uno de los trabajadores que cumplan las condiciones contractuales.
En total son tres sueldos mínimos. Un monto cercano a los 800 mil pesos. Dineros que sin duda serán bien recibidos y sirven para paliar los gastos de uno de los meses más complejos del año. Además se incentiva la inversión en el comercio local, que para este año prevé un repunte hasta llegar a una plena reactivación.
“El pago de las gratificaciones es sin duda un concepto importante para nosotros. No se logró el año pasado, pero la gestión avanzó y llegó mas allá. Estamos contentos y satisfechos porque en tiempo de crisis pudimos gestar acuerdos. La administración firmó compromisos y los cumplió”, aclaró Graz.
