La industria petrolera viene realizando una serie de reuniones para identificar en las operaciones aquellos rincones olvidados donde meter mano para bajar costos. Además de los cálculos puertas adentros, vienen repasando algunas de las regulaciones provinciales. Con el foco puesto en Vaca Muerta una de las líneas que se pusieron sobre la mesa fue la administración de temas ambientales.

En la Cuenca Neuquina las operadoras apuntan centralmente a dos cuestiones: la obligatoriedad del uso de las mantas oleofílicas y la burocracia de los permisos ambientales para locaciones y perforaciones.

La semana pasada la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) presentó una nota ante la subsecretaría de Ambiente de Neuquén pidiendo que se flexibilice la imposición de las mantas como único método en los equipos de torres. El titular del área, Juan Lucchelli, aseguró que trabajan en el tema pero se quejó de que aún esperan propuestas superadoras por parte de las compañías, algo que todavía no ocurrE.

Pero en realidad los cañones parecen apuntar hacia lo que sería una suerte de desburocratización de los legajos ambientales. Actualmente las petroleras realizan dos tipos de presentaciones: informes y estudios. Los primeros refieren a proyectos de impacto acotado (uno o dos pozos) y los segundos se requieren cuando el plan a desarrollar puede llegar a tener mayor afectación (plantas de tratamiento y otras instalaciones).

Como ejemplo puede repasarse que en los últimos cuatro años sólo en la formación Vaca Muerta se terminaron, en promedio, unos 120 pozos y se cree que en una etapa masiva de desarrollo ese número podría multiplicarse por diez veces más.

Las operadoras cuestionan el tiempo que toma el modelo actual. Incluso explican que al extenso cronograma se suman reiterados contratiempos como los paros del gremio estatal ATE que, con los bloqueos de la atención al público impiden la presentación de expedientes o aclaraciones sugeridas desde la cartera ambiental. También mencionan los plazos de publicaciones obligatorias en el Boletín Oficial que se hace cada viernes, donde un mínimo atraso puede terminar en una demora de dos semanas.

El desarrollo de los recursos no convencionales cambió el paradigma de los hidrocarburos en la provincia. Para poder desarrollar tanto el shale como el tight se necesitan de planes de perforación de tipo factoría con diseños de decenas de pozos en períodos cortos de tiempo. Actualmente el esquema que utilizan las principales compañías, que se denominan pad, son proyectos de cuatro a seis pozos en una misma locación, donde antes sólo se perforaba una vez.

Audiencias públicas

Desde la cartera que dirige Lucchelli avanzan en una propuesta que denominaron como “revolucionaria”. Se trata de una licencia ambiental global que podría implementarse con la legislación actual. Para su puesta en marcha desde la subsecretaría de Ambiente vienen reuniéndose con al menos tres operadoras que serían las primeras en aplicarlo.

“Lo que buscamos es que en vez de que se presenten informes por proyectos individuales, las petroleras pasen a entregar estudios con sus planes generales”, indicó a “Río Negro Energía” Lucchelli. Las compañías suelen definir sus planes anuales de inversión (perforación y mantenimiento) a fines del tercer trimestre, por lo que tendrían tiempo de hacer una presentación unificada.

Sin embargo la intención del gobierno es que los estudios ambientales que se presenten abarquen períodos más extensos. Por ejemplo los proyectos pilotos generalmente contemplan desarrollos de tres a cinco años con la instalación de infraestructura de superficie. Pero de las 26 concesiones no convencionales otorgadas por la provincia la mayoría funciona con la presentación de informes porque están en etapa de deriskeo (análisis de la roca).

El equipo de Ambiente de la provincia descarta que se trate de una flexibilización en la regulación ambiental y aseguran que con la presentación de estudios no sólo mejorarán los tiempos administrativos sino que se confeccionarán registros más complejos y de mayor calidad técnica.

En esta línea enviaron una circular a las operadoras y al Colegio de los profesionales del Ambiente para jerarquizar las presentaciones. “Buscamos que se eviten las repeticiones de los estudios base. Ocurría que con la presentación de informes, como a veces es la misma área y sólo se agregan nuevos pozos, los expedientes repetían lo ya informado. Con los estudios globales se generará un contenido pormenorizado y de mayor calidad”, explicó Lucchelli.

Sin embargo el eje de los estudios ambientales son las audiencias públicas. A diferencia de los informes, que solo exigen la publicación de edictos en el Boletín Oficial y en los diarios locales, los estudios también incorporan una instancia de participación ciudadana. Este año, aseguraron desde el área, se realizaron 11 audiencias.

La implementación de la licencia ambiental global bajará el número de expedientes y desburocratizará las presentaciones. Sin embargo si las audiencias públicas corren la misma suerte que tuvieron las realizadas por los aumentos del gas, que despertaron una fiebre inicial ciudadana que luego cayó en desgracia, podría perderse la esencia fiscalizadora.

Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) presentó a la subsecretaría de Ambiente una nota pidiendo que se elimine la obligatoriedad de su uso como único método para la contención de derrames en los equipos de torres. Argumentan que es un costo extra que no se justifica por los resultados ambientales que entrega.

Juan Lucchelli, titular del área, reconoció que vienen dialogando con las operadoras sobre el tema pero aseguró que hasta el momento las firmas no presentaron un sistema alternativo que sea más eficiente. “Sólo una subsidiaria de una de las principales petroleras presentó un método y fue una manta oleofílica”, comentó días atrás a este medio.

La eficiencia de las mantas fue objetada en reiteradas oportunidades por su capacidad de contener derrames y porque al no poder reutilizarse su único destino final es el acopio y su posterior quema, algo que genera un impacto ambiental mayor. Además siempre se sospechó del negocio que es controlado sólo por dos firmas, que están vinculadas a padrinos políticos dentro de la provincia.