Financiaría en parte la central hidráulica de bombeo Espejo de Tarapacá de 300 MW y una inversión de US$ 500 millones.

El financiamiento ha sido la principal traba para que Valhalla concrete su apuesta por desarrollar proyectos de generación renovables, pero que entreguen una solución de almacenamiento de energía al sistema, aspecto clave para enfrentar la variabilidad de las tecnologías eólicas y solares fotovoltaicas.

Pero una luz de esperanza se abrió para la compañía luego que su iniciativa Espejo de Tarapacá -central hidráulica de bombeo de 300 MW, ubicada a 100 kilómetros de Iquique- fuera seleccionada por el Fondo Verde del Clima, ligado a la ONU, para recibir financiamiento.

El cofundador y gerente general de Valhalla, Juan Andrés Camus, comenta que 350 iniciativas postularon a nivel global, siendo 30 los seleccionados, uno de ellos Espejo de Tarapacá, para el que se estima una inversión de US$ 500 millones. “Somos el único proyecto de energía a gran escala seleccionado a nivel mundial y se destacó la importancia de la central hidráulica de bombeo como mecanismo de almacenamiento y no solo para Chile”, sostiene.

Señala que dicho fondo es por un total de US$ 500 millones, y esperan que a fines de este mes se decida cómo se repartirán los dineros. “Nosotros solicitamos US$ 60 millones en distintas etapas, para que los desembolsos vayan de la mano del cumplimiento de hitos y esperamos tener señales del financiamiento luego de este directorio de febrero”, añade.

El ejecutivo comenta que de concretarse esta ayuda, abrirá mayores opciones para concretar el financiamiento de la iniciativa, etapa en la que está enfocada la firma.

“Al ser una empresa innovadora y más bien pequeña, no tenemos las ventajas financieras de una compañía grande. Pero el fondo de la ONU viene a romper con esta barrera de entrada, porque al ser seleccionados se abren las oportunidades de financiamiento multilateral al que hoy no tenemos acceso”, indica.

Sostiene que Espejo de Tarapacá se posicionaría como instrumento de almacenamiento de energía, aspecto clave para entregar flexibilidad al sistema en un contexto de ingreso masivo de energías renovables variables.

Camus explica que además estudian añadir en una segunda fase la desalación de agua bombeada desde el mar a las concavidades naturales del norte.

“El tener un reservorio de agua a 600 metros de altura entrega una oportunidad en términos de costos y preservación del medio ambiente a industrias como la minera”, destacó.