El presidente ejecutivo de la estatal llamó a los trabajadores a dejar atrás “prácticas y conductas erróneas”.
El momento por el que atraviesa Codelco es por lo menos desafiante, en medio del proceso de transformación de dos de sus yacimientos fundacionales: Chuquicamata y El Teniente, operaciones que requieren de una importante cantidad de capital de parte de la empresa, detalló Economía y Negocios
Según se informó a través de una publicación interna de los trabajadores de El Teniente, el presidente ejecutivo de la estatal, Nelson Pizarro, apuntó a la necesidad de la empresa de enfrentar este proceso de transformación de la mejor manera posible.
Pizarro sostuvo que “tenemos que entender el concepto de transformación, tenemos que sacarnos las prácticas, costumbres y paradigmas erróneos y/o perversos que nos impiden avanzar al futuro, avanzar a la introducción de lo tecnológico, hacia asegurar la permanencia de nuestra empresa”.
El líder de la Corporación apuntó también al nivel de deuda que mantiene Codelco, por sobre los US$ 14 mil millones, y a las necesidades que tienen de convencer al accionista de entregar recursos frescos, más allá de los US$ 1.000 millones comprometidos recientemente a través de la ley de capitalización, que serán aportados hasta febrero de 2019.
Pizarro admitió que “es cada vez más difícil mantener esta empresa con indicadores sanos, con indicadores que habiliten al dueño a seguir invirtiendo en nosotros”, y advirtió sobre el riesgo que significaría que los intereses de la empresa se encuentren desalineados con los del accionista. Precisó que si bien esto no pasa actualmente en Codelco, se hace necesario avanzar en estos cambios propuestos por la compañía para mantener ese escenario favorable.
La mirada del presidente ejecutivo de la estatal es que de no producirse estos cambios, la empresa no tiene mayor futuro. “Tenemos que abrirnos a la transformación, dejar el álbum de los recuerdos. Tenemos que pensar que no podemos sobrevivir si no estamos dispuestos a hacer estos cambios. En eso estamos trabajando y en eso hemos logrado avanzar” dijo Pizarro.
La división que ha presentado mayor problemática respecto de la transformación de la que habla Nelson Pizarro es Chuquicamata, faena que verá partir a cerca de 1.700 trabajadores en siete años. Esta reducción junto a otros problemas internos de la división llevaron a cuatro de los sindicatos a anunciar una paralización, la que de todos modos aún no tiene una fecha definida.
Si en algún momento se especuló con que el paro sería mañana 11 de julio, esa fecha se pospondrá luego de lo ocurrido en el consejo nacional de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) del viernes pasado. En esa ocasión, la mayor organización sindical del país decidió no plegarse a la movilización y llevar el tema a un consejo de presidentes que se realizará el próximo 17 de julio.
Este punto generó un quiebre en la FTC y al menos dos sindicatos de Chuquicamata analizan desafiliarse de la organización y crear un nuevo referente.
GD/JC/PA
