A menos de un mes de asumir, el partido oficialista Morena ya presentó un proyecto legislativo destinado a endurecer los reglamentos comunitarios y ambientales y se comprometió a someter los proyectos mineros a votación en consultas públicas.
Además, las mineras enfrentan un entorno laboral difícil tras la designación para el Senado de Napoleón Gómez, dirigente del sindicato nacional de minería SNTMMSSRM.
Si bien se puede decir que cada uno de estos desafíos es manejable ante el largo historial minero de México, la fuerza laboral calificada y la riqueza mineral, las mineras también enfrentan un estado de incertidumbre general.
Después de atraer a líderes empresariales tras su aplastante victoria en las elecciones de julio, las relaciones cordiales se terminaron en octubre con la decisión de AMLO de cancelar el nuevo aeropuerto internacional de US$14.600mn de Ciudad de México, cuya construcción alcanza ya un tercio.
Regulaciones bancarias más estrictas y una serie de giros en 180° en política se han sumado a esta incertidumbre. Entre estos últimos se encuentra el enfoque militar en seguridad de AMLO, incluida la creación de una nueva guardia nacional, mientras se recorta el financiamiento policial.
Esto contrasta con los comentarios durante la campaña electoral del presidente sobre la necesidad de apuntar a la desmilitarización y centrarse en una estrategia de seguridad más integral, según Eduardo Arcos, analista de la británica Control Risks.
La seguridad es un importante riesgo para las mineras en México, que operan en áreas controladas por poderosos cárteles delictuales.
Sin embargo, inquieta aún más el uso de consultas públicas de AMLO, ampliamente criticadas por ser consideradas erróneas.
En el caso del aeropuerto, solo 1 millón de los 129 millones de mexicanos votaron, y la consulta fue criticada por ser organizada por Morena.
“Fue un asunto del partido de AMLO y no un ejercicio democrático institucional”, señaló Arcos.
Las consultas podrían ser más adecuadas para proyectos mineros que las decisiones altamente técnicas, como el aeropuerto, según Arcos.
AMLO ha prometido a los lugareños del estado de Baja California Sur una votación sobre el proyecto aurífero de US$250mn Los Cardones, de propiedad de Invecture Group, parte del cual se encuentra en una reserva natural.
También se realizarán consultas sobre otros nuevos proyectos mineros bajo las propuestas del presidente.
“Para los proyectos mineros, estos mecanismos de democracia participativa tienen más validez. Esto no es algo inaudito en otras jurisdicciones mineras”, explicó Arcos.
Pero un factor clave es el nivel en el que se llevan a cabo, y los expertos de la industria son favorables a decisiones de la comunidad local por sobre los estamentos estatales o federales.
AMLO señaló que los bajacalifornianos debieran tener algo que decir sobre Los Cardones cuando los posibles beneficios y efectos negativos del proyecto se perciban en un área mucho más pequeña.
“Si las consultas se implementan a nivel estatal o federal, existe un mayor riesgo de que se politicen y de que puedan movilizar a personas en contra de cierta opción sin que ellas realmente se preocupen por el proyecto”, agregó Arcos.
Es probable la intensificación de las actividades sindicales bajo AMLO debido a su postura en favor del trabajador y porque Gómez, del SNTMMSSRM, es un colaborador cercano del presidente.
“Estarán mucho más empoderados para tomar medidas, iniciar negociaciones y presionar por reajustes salariales o mejores condiciones laborales”, indicó Arcos.
El SNTMMSSRM está detrás de huelgas de larga duración en minas que operaban Grupo México y su filial Southern Copper.
El sindicato también ha bloqueado el acceso a la mina de oro El Limón-Guajes, de Torex Gold, en un intento fallido de ganar el control de las negociaciones laborales ante el sindicato rival, CTM.
Sin embargo, hay indicios tempranos de que Morena podría convertirse en una fuerza moderadora dentro del sindicato.
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, persuadió a la SNTMMSSRM para que retrasara un bloqueo en la mina Buenavista del Cobre de Southern Copper, el mayor productor de cobre de México, que estaba planificada para el 1 de diciembre.
La perspectiva para las consultas mineras y sindicatos empoderados, junto con regulaciones comunitarias y ambientales más duras, causarán probablemente dolores de cabeza en el sector minero de México.
No obstante, el ambiente general de incertidumbre sobre las políticas de AMLO plantea una amenaza mayor.
Es poco probable que se tomen decisiones trascendentales de inversión durante el primer año de mandato del presidente, ya que las mineras adoptan una postura de espera para ver qué ocurre en México.
Para 2019, las inversiones previstas son escasas, con solo cuatro proyectos que suman un gasto de capital de alrededor de US$700mn destinados a comenzar la producción, luego de una serie de retrasos.
Además de las preocupaciones políticas, el apetito de los inversionistas ha mermado ante la caída durante el año de los precios de los principales productos mineros de México (oro, plata, cobre, zinc y plomo), aunque el oro y la plata han recuperado en el último tiempo algo del terreno perdido.
Las perspectivas para avanzar en la cartera de proyectos por US$7.000mn de México y atraer nuevas inversiones dependerán de las decisiones en materia política de AMLO en 2019, así como de la evolución de los precios de los metales.
