En la edición de ayer, este diario recogió la opinión de CASEMI y de CAEM, dos entidades activamente involucradas en la Mesa de Homologaciones. Hoy es el turno de mineras y contratistas.

Para elaborar esta nota, Mining Press consultó en los últimos días a una docena de fuentes. Los entrevistados, todos, pidieron reserva de fuente. Temor a represalias administrativas, al cajoneo de sus expedientes, a recibir llamadas fuertes de los funcionarios, fueron algunos de los motivos esgrimidos para hablar con el cronista pero bajo reserva de identidad.

Con distintos matices, lo que no se encuentra, de este lado del mostrador es conformidad por cómo se están haciendo las cosas.

“Esto es una show-off que se montó para sumar puntos en la interna del gobierno. El plan de Moreno y Giorgi es sustituir importaciones pero los primeros sustituidores hemos sido los mineros. Si me dan a elegir entre esperar un repuesto en aduanas y perder US$ 500.000 de producción o comprarlo aquí, no dudamos. El sector, por ejemplo compra camionetas US$ 15.000 más caras, desde cuando la post venta estaba en pañales, y de esas cosas Jorge Mayoral ni se acuerda”, graficaba el gerente de una minera en operaciones, molesto como otros por el reto del secretario de Minería en el almuerzo de la CAEM.

El funcionario dijo a los empresarios, en Costa Salguero, desafiante, “¿hacía falta que formáramos una mesa de homologaciones para que ustedes sustituyeran importaciones? Eso lo deberían haber hecho ustedes solos”. Para los managers de las empresas la observación es injusta y olvidadiza. “Hemos formado proveedores, impulsado y capacitado empresas y microemprendimientos y ahora nos vienen con esos gestos para la gilada”, decía más elocuente el responsable de una gran contratista de las grandes minas del país.

Pero este cruce dialéctico es lo de menos. Lo que preocupa a las empresas es la dilación que le ha introducido, a todo este proceso, la introducción de artículos mineros en la Argentina. “Esto se hizo bien a la Argentina, primero se debió haber abierto un registro de proveedores, después se debió haber comunicado fehacientemente. No puede ser que la noticia haya corrido de boca en boca. Que muchos nos hayamos enterado con las mercaderías en la Aduana, que estemos hace 90 días tratando de sacar nuestra mercadería. Además ¿quien es CASEMI además de un grupo de sanjuaninos amigos del poder? Ellos se arrogan una representación nacional que no tienen y ahora les han dado un poder de policía, encima con el guiño de la CAEM”, decía otro empresario en tono crítico.

“Ja, ja ¿eso dijeron? En tres días no resuelven nada estos chicos. Eso es lo que demoran, por lo menos, en atenderte el teléfono. El expediente, en Minería, demora al menos un mes”, dice el dirigente de una de las cámaras mineras del Interior

Diversas empresas consultadas por Mining Press coinciden en que la ampliación de las licencias no automáticas ya comenzó a afectar el normal suministro de repuestos a toda la maquinaria importada o nacional que se abastece de partes, de diferentes países del mundo. “No hay conciencia de los efectos de esta medida, ni en las autoridades nacionales ni en la UIA que avaló esta medida. Esto puede hacer colapsar la producción de materias primas, transporte, etc. en la Argentina en breve plazo. Ya está limitada la importación de tornillos, bulones, cierto tipo de rulemanes, retenes, resortes, cigüeñales etc.”, auguró un importante empresario de negocios mineros del Interior.

Otro broker de la minería preguntado por este diario apuntó: “El aumento de regulaciones genera en forma directa aumento de costos (ya han subido los precios de repuestos importados) y con seguridad crea un mercado paralelo o informal. Estas medidas fueron tomadas para frenar la salida de divisas a causa de las importaciones, pero el efecto será con seguridad el contrario, va a provocar un menor ingreso de divisas por disminución de las exportaciones, a causa de una baja disponibilidad de las máquinas que generan bienes, por falta de acceso a los repuestos en los tiempos y las formas acostumbrados. Al tener equipos parados van a suspender o dejar sin trabajo a los operadores y no van a poder asumir sus compromisos financieros y fiscales y así se inicia una cadena negativa de efectos no deseados y que imprudentemente no han sido contemplados”.

Mining Press pudo saber que, al menos en dos de las provincias con fuerte producción minera, empresas y cámaras se han dirigido a las autoridades provinciales pidiéndoles que medien ante Débora Giorgi. “Queremos que sepa que la producción se verá afectada, cosa que seguramente no le contará Mayoral”, dijo uno de los peticionantes.

“Esto se ha vuelto una carrera de obstáculos”, dicen los empresarios mineros consultados. Además de las licencias no automáticas, existen otra serie de trabas o medidas para arancelarias a la importación que dificultan el ingreso de equipos necesarios para la producción: las LCM (Licencia Configuración de Modelo), cuya tramitación se ha traducido, en algunos casos, en la retención de camiones, zarandas y otros enseres en puertos y fronteras.

“Que alguien les explique a Cristina, Guillermo y Débora que la balanza comercial minera ya es netamente favorable”, dice un minero sanjuanino.

“Lo lógico debería ser que para el sector minero que es básicamente exportador no existieran estas licencias no automáticas, y en caso de iniciar un proceso de sustitución de importaciones se haga con reglas claras, a largo plazo y con la calidad y volumen exigido por los fabricantes y usuarios. Estamos de acuerdo en fomentar la industria y el empleo en nuestro país, pero esta no es la forma. ¿Quien va a decidir una inversión de fabricar algún insumo a meses de una elección presidencial?”, se pregunta otro minero, en la otra punta del país.

"No me nombres". Los empresarios mineros no quieren problemas   

WE ARE THE FRIENDS

La cuestión de las demoras aduaneras no es lo único de lo que se quejan los mineros. “Este es un desorden en el que se intenta apagar un incendio con nafta, la gente de la CASEMI está ahí solo para hacer su negocio y no sabe nada de posiciones arancelarias. Dudo si la gente de Miguel Guerrero entienda algo del tema. Confunden items, no preguntan y te dicen 'si protestás el OK no sale'”, dice el directivo de una empresa que tuvo encontronazos con la Mesa.

Otra vez CASEMI es flanco de críticas: “es una cámara de San Juan, por más que diga que es argentina, no representa para nada la voz de los proveedores del país y por una cuestión de conflicto de interés no tiene que estar ahí. ¿Qué tranquilidad puede tener Barrick de quien lo acosa en San Juan decida su suerte en Buenos Aires?”, dice un empresario que pone sobre la mesa un dato.

“Lo que ahora aparecieron fueron los vivos. Una de las empresas observadas fue a preguntar a un proveedor nacional para sustituir importaciones y le salieron con un precio que triplica al importado. El precio del artículo había crecido 150% en un mes. La ocasión hace al ladrón”, dice el entrevistado, quien agrega: “es una gran mentira de Mayoral que esto facilita, con esto de las homologaciones y las licencias bajaremos producción, pagaremos menos regalías, y es el país el que al final se embroma. Nadie te lo va a firmar porque todos temen las vendettas desde el gobierno, pero es así”.

Signo de estos tiempos, otro escenario más de la Argentina de las interminables controversias. La impresión que tiene el cronista, al cabo de esta ronda de consultas de uno y otro lado es que algo no está funcionando bien, algo que no sorprende en la Argentina. Y eso que lo más fuerte de lo que se dijo sobre los antagonistas en esto de las benditas o satánicas homologaciones (según quien las mire) no está puesto en estas líneas.

Desde algún lugar de la Historia, Raúl Prebisch, José Ber Gelbard y otros apóstoles de la sustitución de importaciones que signaron a este país durante décadas, deben mirar preocupados este cuadro.

En el desarrollo de un sector tan clave como la minería, algo no cierra bien cuando funcionarios y empresarios tienen posiciones y visiones tan diametralmente diferentes.

Mining Press

En la industria minera, sobre todo en las minas en operaciones, casi no se habla de otra cosa. A mediados de marzo, promovida la Secretaría de Minería de la Nación, se formó la Mesa de Homologaciones, cuyo fin declarado es llegar a una sustitución de un 20% de las importaciones del sector, las cuales se cifraron en los últimos cinco años en US$ 1.400 millones.

Desde que se conformó la mesa abundaron de uno y otro lado tantos elogios como críticas. Pedidos de aclaraciones, advertencias y cruces, entre los que impulsan esta herramienta, y los que se sienten afectados por la novedad.

Mining Press dialogó con unos y otros. En esta primera nota, describen el proceso quienes se sientan a la mesa para decidir “qué pasa, qué no pasa y cómo pasa por la Aduana”, como ellos mismos subrayan. Mañana será el turno de los que tienen más de un reparo que hacerle a la normativa.

“Somos el primer sector en contar con una herramienta así, la minería otra vez es un ejemplo de cómo hacer las cosas”, dijeron a este diario Fabrizio Benedetti, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Servicios Mineros (CASEMI), y Axel Arancibia, presidente de la Comisión de Industria de la misma entidad.

La mesa es integrada por el secretario de Industria, Edgardo Bianchi y por el de pymes, Horacio Moura, Ramón Araya, de AOMA; Miguel Guerrero, de la secretaría de Minería, Damián Altgelt, de la CAEM y los mencionados dirigentes de CASEMI.

“La mesa comenzó a funcionar hace casi dos meses, en el marco de las disposiciones de la Secretaría de Comercio, que dirige Guillermo Moreno, sobre licencias no automáticas de importación, para no poner en riesgo las faenas mineras. Y nace para garantizar los intereses del sector, porque vemos caso por caso y giramos nuestro dictamen a industria, la que finalmente determina qué producto ingresa y con qué arancel”, dice Arancibia.

-¿Cómo funciona la mesa?, preguntó Mining Press.

“Si una minera quiere importar un repuesto X, inicia un expediente en Industria y esta le corre traslado a la mesa de homologación. Este “comité de expertos” aconseja qué hacer. Actuamos con la máxima celeridad, porque si esto se demora ponemos en riesgo la actividad minera. Nuestros dos ejes son la urgencia y la sustitución de importaciones. Porque las empresas tienen que homologar, pasar a productos nacionales, hasta un 20% de las importaciones”, dice Benedetti.

"En ningún momento prohibimos importaciones, porque puede haber productos observados que la empresa puede traer igual pero pagando otros aranceles, porque si hay un producto que se fabrica en Argentina pierde el beneficio de la Ley 24.196 deben pagar hasta un 25% menos de impuestos. Lo que está claro es que el privilegio es para el compre local”, agrega.

“El mecanismo está en pleno perfeccionamiento, porque al comienzo hubieron trámites que se iniciaron en Aduana, y en esos casos observamos determinados productos y le decimos a las empresas que la próxima vez no los podrá traer bajo el paraguas de la Ley de Inversiones. Lo tratamos como urgente y le pedimos a Industria que en este caso en particular pase y le avisamos a la empresa que la próxima vez tiene que sustituirlo localmente o pagar más aranceles”, precisa Arancibia.

FINNING, EL EJEMPLO

Los dirigentes empresarios ponen como el mejor ejemplo de su actuación a Finning.

“Ha hecho las cosas en forma excelente. La respuesta ha sido muy buena, lo que hizo Finning fue fabuloso porque le dio relevancia a la mesa nombrando a un director nacional para Homologaciones que se encarga de buscar los productos adecuados que puedan acreditar eficiencia a la hora de sustituir importaciones. Y ya comenzó sustituyendo baterías y grupos electrónicos. Ninguna de las dos empresas nacionales homologadas en el caso de Finning son de CAEM ni de CASEMI y esto significa ampliar el espectro para la producción nacional. A una de ellas, de Santa Fe, le pedimos que cuando se vaya a atacar a la minería, como los senadores de esa provincia que votaron a favor de la ley de glaciares, que digan lo suyo”, dice Benedetti.

En contraste, los sanjuaninos de la CASEMI, citan el caso de otra empresa, un gran proveedor de la minería. “Nos dijo que no, que todo lo que trae es insustituible. Entonces les dijimos “no se hagan problemas que hablaremos con su embajada para decirle que ustedes no pueden ingresar nada al país, porque lo que se necesita es colaboración. Ahora recapacitó y va a colaborar y copiar experiencias de las que aceptaron el mecanismo, nos parece bien, porque se está educando”.

-¿Por qué CASEMI se metió en esto?

“Porque es un deber nuestro homologar y garantizar que los proveedores que puedan sustituir compras en el Exterior estén a la altura de las circunstancias. Se han acercado muchas empresas, socias y no socias”, acota Arancibia.

“CASEMI articula toda la parte oferente y CAEM las demandantes y con las estructuras de sus cámaras que están haciendo sus trabajos con socios y no socios, recibimos por mail o por reuniones. En el primer mes y medio la mesa firmó tres actas que contienen decenas de casos y nos juntamos las veces que haga falta, pero lo nuestro es un espacio virtual, vamos intercambiando sobre los expedientes iniciados en Industria. El secretario Bianchi dice que lo de la mesa le parece excelente e Industria lo replicará en todos los otros sectores, para hacer más participativo este espacio industrial”, dice entusiasmado Benedetti.

PROTECCIONISMO Y CERTIFICACIONES

“Es proteccionismo en el buen sentido de la palabra y haciendo las cosas bien tenemos que ser competitivos. El proveedor argentino deberá garantizar cantidad y calidad, por eso con la certificadora Tüv Rheinland vamos a hacer que el producto se homologue. Es una certificadora de prestigio mundial, lo que hará posible que la certificación obtenida le permita al proveedor también exportar”, dice Arancibia.

-¿Cómo cayó esta mesa en el sector?

“Al principio hubo voces discordantes, pero estas se apagaron. Se creía que iba a haber demoras burocráticas, pero en promedio la mesa no tarda más de tres días, durante los cuales CAEM o CASEMI le decimos a quien quiere importar nuestro dictamen en un diálogo fluido. Hay áreas donde no es tan sencillo, como molinos, chancadoras, perforadoras, camiones. Estamos del lado de la minería y CASEMI es minería”, dice Benedetti.

“Ahora todo va a ser más fluido, si las mineras y contratistas toman el toro por las astas y se anticipan proponiendo qué van a sustituir, no habrá problemas, ahora están todos avisados y el que no se enteró es que está distraído”, concluye.

El PAPEL DE LA CAEM

Otro de los integrantes de la mesa multisectorial, Damián Altgelt, gerente general de la CAEM, explica que “acompañamos este proceso. Los objetivos son dos: uno de muy corto plazo, que tiene que ver con bienes retenidos en la Aduana y otro de más largo, vinculado a la sustitución de importaciones. Acompañamos activamente, el sector, si los bienes son de calidad similar va a priorizar la compra nacional”.

“Este es un proceso que tiene que cumplirse con mucho cuidado, con profesionalismo y sin apuros, porque no es simple. Hay muchos aspectos involucrados”, advierte el directivo.
“La preocupación inmediata de nuestros asociados es que no se demoren en la Aduana, porque en algunos casos está impidiendo aspectos de la producción”, acota.

“Estamos trabajando bastante bien con las actas, se elaboran bastante rápido y las giramos a los asociados, y tan pronto tenemos la devolución va a la secretaría de industria. Desconozco cómo sigue el proceso y cuanto demora hasta la resolución definitiva. Pero en CAEM el expediente no demora, cuando tenemos el OK del socio, en cinco minutos vuelve a Minería e Industria”, resume Altgelt.