Molestia en las provincias mineras por la decisión unilateral de Peralta
BAE - Por Pablo Waisberg
Los integrantes de la
Organización Federal de Estados Mineros (Ofemi) cerraron sus teléfonos para evitar cualquier contacto y se dedicaron a evaluar cómo la decisión del gobernador
Daniel Peralta impactará sobre los objetivos del cuerpo.
La Ofemi es una estructura que nació para fomentar las inversiones mineras y buscar los caminos para asegurar la “licencia social”, que las multinacionales necesitan más que el agua para poder sumar inversores y desarrollar en paz sus proyectos, todos de largo plazo.
“Nosotros pensamos que la Ofemi iba a poder evitar situaciones como las que se dan con este caso (de
Santa Cruz) y por eso vimos su creación como algo positivo”, dijo a
BAE Negocios uno de los integrantes de la
Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). La frase no es antojadiza ni oportunista porque efectivamente la cámara del sector festejó la creación del organismo, que se formó en febrero del año pasado.
Eso ocurrió tras los conflictos en
Famatina, La Rioja, donde se impidieron los avances para la instalación de un proyecto de extracción de oro, que impulsaba
Osisko Mining Co, una minera canadiense que no formaba parte de CAEM.
Esa ausencia de comunicaciones de parte de la Ofemi muestra hasta dónde la decisión del gobernador Daniel Peralta impactó en ella.
Allí se reúnen los mandatarios de las diez provincias que concentran los emprendimientos mineros:
Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan, La Rioja, Río Negro, Mendoza, Chubut, Neuquén y Santa Cruz.
Pero desde que Peralta rompió relaciones con la administración nacional dejó de asistir las reuniones que se realizaban periódicamente.
Una de las últimas se hizo hace unos quince días, cuando se vieron las caras los integrantes del Comité Ejecutivo, que incluye al secretario de Minería, Jorge Mayoral. En ese encuentro, los participantes ratificaron la decisión de “dinamizar las inversiones” en el sector.
Uno de los aspectos que los empresarios festejaron con mayor entusiasmo cuando se creó la Ofemi era el espaldarazo político al sector, que tenía el sello del gobierno nacional.
El otro aspecto que fue común en la celebración fue la posibilidad de homogeneizar políticas entre las diez provincias mineras que conforman la organización interprovincial. “Esperábamos una organización en torno a marcos macro para la actividad”, agregó la fuente consultada por este diario.
Ahora, uno de los temores que recorre el espinel de los ejecutivos de las multinacionales mineras es qué ocurrirá en el resto de las provincias a partir de la decisión que tomó el gobierno de Santa Cruz.
Varios de los directivos de las empresas empezaron a pensar en la presión que se generará internamente para que los gobernadores avancen en el sentido en el que lo hizo el gobernador Peralta. Y temen que esa presión genere nuevos impuestos en distintos distritos y por eso repiten, una y otra vez, que “una suba de los costos tendrá un efecto negativo sobre las inversiones y el desarrollo de la actividad, que se comenzará a notar por Santa Cruz”.
LOS NÚMEROS
5.300 millones de dólares exportados en 2012.
4.400 millones de dólares son las ventas previstas para este año, según estimaciones oficiales.
35 de las 39 mineras que operan en la Argentina son multinacionales, según la última Encuesta de Grandes Empresas, que elabora el INDEC.
100.000 trabajadores emplea la minería en forma directa en todo el país, de acuerdo con un informe elaborado a pedido de la CAEM.
600 son los proyectos mineros de distinta envergadura, según la Secretaría de Minería.