DANIEL BOSQUE*
Los periodistas que superan los 50 años se formaron, en su mayoría, leyendo a los españoles José Luis Martínez Albertos y su exégeta Angel Benito, quienes apostrofaban contra el “periodismo ideologizado” y exaltaban el "periodismo informativo con abundancia de fuentes y la virtud de la opinión".
Al otro lado de la tapia, los lectores de esa generación podían elegir entre los medios de barricada, la prensa amarillenta o los diarios, revistas y audiovisuales impolutos, insospechados de peligrosas inclinaciones, a babor o estribor.
Poco después de nacer Mining Press, un secretario de Minería recién llegado de las provincias mientras naufragaba en su despacho entre montañas de expedientes me preguntó sin anestesia: “decime Bosque, para dónde vas a patear, porque aquí se está de un lado o del otro”.
-Mi idea es informar sobre el auge de la minería en la Argentina, respondí.
A la luz de lo que visto y vivido después, muchas veces he recordado esa pregunta y respuesta.
La semana pasada, mientras coincidíamos en Expomin, el empresario Rafael Dahl envió a nuestra redacción dos cartas documentos enviadas antes de cruzar los Andes. En las que intimó a Mining Press y a su editor responsable a rectificar lo publicado acerca de la forma en que se manejó la Mesa de Homologaciones Mineras durante el pasado gobierno. Caso contrario, nos iniciará acciones por calumnias e injurias.
Tal como le hemos respondido en otras cartas documento, no podemos otra cosa que ratificar lo publicado.
En primer lugar, porque no se trata de información que hayamos imaginado, sino que provino de testimonios de las Cámaras de Servicios Mineros (CASEMI) de San Juan, Mendoza y Salta, quienes han confirmado a este diario su intención de no refugiarse en la figura de la fuente anónima.
Y en segundo lugar, porque cumpliendo con nuestro manual de ética peroidística, oportunamente invitamos a Dahl a ejercer su legítimo derecho a réplica. Una opción que el nombrado descartó.
No es la primera vez que buscamos el equilibrio informativo: en 2012, en ocasión de las duras polémicas entre las Casemis, Dahl nos llamó desde Beijing, a donde se encontraba con el entonces secretario Jorge Mayoral, pidiendo replicar sus rivales de Organización Federal de Cámaras de Proveedores Mineros (OFECASEMI). Espacio que en aquella oportunidad le fue concedido.
Los lectores son los que tienen la palabra acerca de si Mining Press es una publicación amarilla o un soporte de la actualidad y perspectivas de la minería. Pero se me ocurre que la diferencia de esta etapa política de la Argentina con la que ya pasó es que ahora hay más actores en el sector minero dispuestos a ponerle la cara y la rúbrica a sus posiciones.
Fuentes de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), entidad que ha terciado en el entuerto entre los proveedores mineros del Interior y dirigentes gremiales empresarios que participaron activamente en políticas de la Secretaría de Minería de la Nación, aseguran que éstos están dispuestos a un low profile que quedaría plasmado en abandonar la conducción de Casemi Argentina, pero recién en diciembre. Y a reconsiderar el uso del gentilicio de esa marca, de matiz nacional.
Mientras tanto, en la página web de la entidad, luce orgulloso la promoción de la Mesa de Homologaciones Mineras (MHM), pese a que el actual secretario Daniel Meilán, ha reiterado que está disuelta. Tal vez haga falta una resolución ad hoc que oficialice ese cambio de rumbo.
Lo que no aparece en este proyecto de armisticio es el abandono de la tentación de Dahl y compañía de acallar al mensajero. Lo más barato en este país sigue siendo llamar a un abogado para intentar coartar a la prensa independiente y silenciarla.
El error de apreciación del empresario intimidador es creer que silenciando el debate se termina el problema. Desde hace años, cuando arrancó la MHM, este diario procuró informar lo que ocurría, reuniendo todas las voces afectadas por la sustitución de importaciones en Argentina.
Desde entonces, son numerosos los funcionarios, profesionales y empresarios que han nutrido las publicaciones que cuestiona Dahl. Quienes serán nuestros testigos de cargo, llegado el momento.
No hace falta aclarar que la problemática de los proveedores de la minería argentina exceden a la figura polémica del nombrado contratista. Tampoco hace falta subrayar que la adhesión de empresas sanas y esforzadas a la Casemi porteña no significa ningún juicio de valor sobre las mismas.
Pero este diferendo entre un conocido protagonista de la minería y Mining Press, es también un desafío a la hoy tan declamada vocación de la minería argentina de iniciar una nueva era con mayor transparencia y participación.
¿O estamos equivocados?
*Director de Mining Press y EnerNews
